Las arcadas pueden estar revelando que se ha atragantado con algo, que tiene torsión gástrica u otra enfermedad. Te contamos qué hacer

Sobre la salud de tu mascota

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6/3/2023

¿Por qué mi perro quiere vomitar pero no puede?

¿Tu perro hace como si quisiera vomitar pero no le sale nada? ¿Tiene náuseas pero no vomita y solo escupe un poco de saliva? Si tu perro hace como si estuviera atorado, tienes que saber cómo reaccionar, qué enfermedades existen asociadas a este síntoma y cuando se trata de un caso grave y cuándo no.

Por lo general, te recomendamos que esta situación la trates como si se tratara de una emergencia. En este artículo te explicaremos las causas más comunes por las que quiere vomitar, pero lo más recomendable es que visites con urgencia al especialista.

Tabla de contenidos:

Mi perro hace como si quisiera vomitar

Por lo primero por lo que has de preocuparte, si tu perro quiere vomitar pero no puede, es que esté sufriendo una torsión gástrica. Esta enfermedad requiere de tu intervención inmediata, pues puede provocar la muerte de tu compañero en pocos días. Podemos estar hablando de una torsión gástrica cuando se ha atiborrado de comer, luego ha hecho ejercicio severo y, al parar, ni come, ni bebe y parece que solo quiere vomitar sin éxito.

Lo que le ha ocurrido es que su estómago se ha dilatado y luego se ha retorcido sobre sí mismo. Esto lo causa una ingesta masiva de oxígeno por comer deprisa seguido de una actividad explosiva. El problema es que no podrá tragar ni vomitar y eso acabará matándolo si no haces nada para remediarlo.

La torsión gástrica se manifiesta por estos síntomas y por un estómago de tacto duro. De todas formas, siempre que lo veas raro tras esta cadena de acontecimientos, llévalo rápidamente al veterinario. Para prevenir que esto le ocurra tienes que acostumbrarlo a comer poco a poco y a respetar los descansos tras cada comida.

Mi perro quiere vomitar pero no sale nada

Además de por culpa de la torsión gástrica, es posible que tu perro no esté intentando vomitar realmente, sino intentando mover los músculos de su garganta para escupir algo que tiene atorado en ella. Has de tener una rápida reacción ante esto y saber cómo realizar la maniobra Heimlich a tu perrete.

Si es un perrito de raza pequeña, tómalo en el aire por las patas traseras y agítalo con suavidad, eso le ayudará. Si no puedes hacerlo, rodea su cintura con sus brazos y empuja hacia adelante. En último recurso, dale golpes secos en la espalda para ayudarle a escupir. Recurre a estos métodos si tu perrete está tranquilo, si no, no pierdas tiempo y visita a tu veterinario para que se lo extraiga.

Para prevenir que esto le ocurra tienes que tener mucho cuidado con lo que se lleva a la boca. Para que aprenda, sé firme cuando quiere comer algo de la calle, dile que no de manera seca y cortante y prémialo con algo rico en su lugar o con una caricia. Así, poco a poco, comprenderá que no te hace feliz que lo haga y cesará en su empeño.

Mi perro tiene arcadas pero no vomita

Hay perros que heredan tendencias coprofágicas por culpa de ver cómo sus mamás se comen las cacas de su entorno para limpiar sus cunas, por eso has de tener paciencia y corregir este comportamiento poco a poco.

En caso de que no se trate de torsión gástrica y de que no tenga algo atascado, puede ser que lo que tenga sea una irritación en su garganta. Tu perro se pensará que carraspeando se le aliviará el dolor, pero solo acabará empeorando. También puede tener alguna heridita en su estómago por haber comido algo que no debería que le hace tener arcadas.

Cuando lleves a tu perrito al veterinario, en primer lugar descartará una posible torsión gástrica. Tras ello comprobará que no tiene nada en su tráquea ni ninguna irritación. Lo examinará y valorará si estas arcadas pueden deberse a otro tipo de enfermedad, tanto estomacal como con otro foco. Haznos todas tus preguntas sin compromiso, pero temiendo que sea la torsión, te recomendamos que visites a tu veterinario con urgencia para que realice la posible intervención.